El Orquidiario de Soroa es un espacio geográfico que combina naturaleza, turismo, investigación y tradición. Todas las especies de orquídeas del Caribe se encuentran representadas en este jardín; de delicada belleza que constituye uno de los destinos principales de la gira turística por el occidente cubano.
El Jardín Botánico Orquideario Soroa, se encuentra al oeste de la ciudad de La Habana, específicamente en la provincia de Artemisa, a las afueras de Soroa, municipio de Candelaria. El turista puede llegar hasta estos parajes de la Sierra del Rosario, Reserva de la Biosfera, mediante la autopista Habana-Pinar del Río.
Es este un sitial de la belleza. En unos 35 mil kilómetros cuadrados, se pueden disfrutar más de 20 mil ejemplares de orquídeas. Más de un centenar de especies raras de Cuba, y también otras 700 exportadas desde Afríca y Asia, o del resto de las Américas. Muchos se acercan hasta Soroa para contemplar o realizar estudios de la Encyclia bocourtii; conocida como orquídea mariposa, una especia nativa cuya recolección silvestre ha sido prohibida en el país.
La historia de este Orquideario se remonta a la primera mitad del siglo XX, por el abogado de origen canario Tomás Felipe Camacho. Este señor, entonces asociado a American Orchid Society y a la Eastern Orchid Congress, llegó a cultivar 18 mil ejemplares de estas plantas y sus híbridos. Se dice que atesoró todos los Dendrobium conocidos en el mundo. Esta a su vez es una especie de estas plantas que «viven sobre los troncos de los árboles» y que se considera el segundo género más numeroso de la misma.
Actualmente este paradisiaco jardín funciona como un centro de experimentación donde se realizan cruzamientos para la obtención de nuevas especies. También sus botánicos estudian, mediante el cultivo in vitro; la propagación de cada espécimen para reintroducirlas con éxito en el medio natural.
Los turistas que obten por el paquete natural al occidente de la Isla; pueden hacer estancia en diversos hoteles y casas de alquiler. Ambos ofrecen servicio de calidad y gran confort; de modo que ofrecen un descanso antes deleitarse con otros manjares como los mogotes del Valle Viñales; o las cuevas de la Península de Guanahacabibes, ambos destinos ubicados en la provincia de Pinar del Río.