Pues bien, se trata del Gayo de Morón, el cual se cuenta, que se quedó así después de una reyerta, sin plumas y cacareando. Como tal está inmortalizado en una estatua de bronce que se encuentra en la ciudad de Morón, al norte de Cuba, en la provincia de Ciego de Ávila. Cada día llegan hasta allí los curiosos en busca de este personaje tan popular y su leyenda.

“Sin plumas y cacareando “. Este es un dicho muy popular entre los cubanos del centro, especialmente en la provincia de Ciego de Ávila. Responde a una reyerta sucedida en Europa que viajó hasta Cuba junto a los colonos de la Isla. Pero más que esto, dicha sentencia, está estrechamente ligada al ave de granja y a su obelisco en la ciudad avileña. Una graciosa historia que debiera apreciar por sí mismo el turista interesado en Cuba.

En una ciudad conocida como Morón de la Frontera existió un juez de impuestos que especulaba sobre la no existencia en aquellas lides de otro gallo que él mismo. Los moronenses le proporcionaron una buena paliza despúes de despojarlo de sus ropas, o sea en cueros y apaleado. De este incidente surgió un popular cántico que también se popularizó en la ciudad homónima en América.

A diferencia del gallo andaluz, el cubano lleva plumas, y las poblaciones actuales de moroneros atribuyen la historia, en su oralidad, a funcionarios corruptos, guardias, ladinos u otros. Lo cierto es que el Gallo de Morón ha sido tan popular que se dispuso la colocación de una estatua alegórica, por el propio General de la República Fulgencio Batista.

Sin embargo, aquel gallo primigenio fue destronado de su pedestal a causa de la inmadurez política del momento. No fue hasta 20 años despúes que se tomó como acuerdo gubernamental la reposición de la estatua. Hoy deslumbra en la ciudad de Moron, una bella escultura de los aristas Rita Longa y Armando Alonso, primer diseñador del Gallo de Morón.

Quienes deseen nutrirse de la picardía y el nacionalismo cubano, pueden emprender este peregrinar hasta  la provincia avileña, y una vez, que ofrezcan sus saludos al Gallo de Morón, se recomienda seguir viaje hasta Cayo Coco, especial propuesta de sol y playa.

por CubaHotel

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