En la región oriental de Cuba, una ciudad es reconocida por sus cientos de coches para el transporte público. Bayamo, ubicada en la provincia de Granma; atrapa a los turistas por su singular belleza; pero sobre todo por esta particularidad de los coches transitando a toda hora las vetustas calles.
Se trata de un hermoso espectáculo, pues la gran mayoría de estos coches conservan su aspecto colonial; y los cocheros se esfuerzan por recrear la vestimenta y el buen trato de los caleceros que desandaban en sus quitrines las calles de Cuba siglos atrás.
La hermosa tradición motivó un son popularizado por “Tiburón” Morales; y cuyo autor es Adalberto Álvarez: “Yo quiero ir a Bayamo montando…”. De este modo Bayamo alcanzó la fama precisamente con el sobrenombre de la Ciudad de los Coches. Incluso hasta provincias vecinas como Matanzas se ha extendido esta usanza.
También han llegado a transitar por Bayamo otras célebres, las cativanas, vehículos que al igual que los coches son de tracción animal, pero tienen forma rectangular, con bancos laterales. La prensa asegura que el año pasado llegaron a circular por Bayamo más de 320 “cativanas” y cerca de 230 coches, así como unos 200 de híbridos. Para garantizar la higiene y legalidad, esta cifra se ha reducido, pero son aún muy numerosos.
Como el coche es un símbolo de Bayamo, regularmente deben ser pintados; y engalanados por sus dueños. La mayoría han colocado en la parte trasera el escudo de la ciudad y en cada aniversario de la fundación de esta hermosa villa; cada cinco de noviembre, se selecciona al mejor cochero de Bayamo según su disciplina, trato a los clientes, su ética y estética”. Esta es una actividad pública a la que pueden acudir los turistas de cualquier lugar del mundo.
Los visitantes realizarán estos paseos en coche por las calles de una ciudad con mucho que contar. Y para quienes deseen pernoctar se encuentran disponibles varios hostales y casas de alquiler.