Parece como un susurro constante el sonido que deja el Caburni entre las lomas de Topes de Collantes. Sus aguas se deslizan en un manso discurrir, mientras la brisa se lleva su suave arrullo más allá de las montañas. Si guiado por este el viajero camina río arriba, encuentra un gran salto de agua, que deja boquiabiertos a sus espectadores. ¡Y por supuesto la bella cascada invita al chapuzón! ¡Pocos se niegan a la seducción de estas aguas cristalinas y muy frías, casi congeladas!
Una vez que se decide perseguir el curso de esta cristalina cinta de agua dulce, pues es necesario desandarla, río abajo, hasta tropezar con un pozeta de aguas azules. El color de esta piscina natural se debe a los minerales que posee en el fondo. Mientras refresca su cuerpo en la pureza de este recodo, también pueden disfrutar los excursionistas del olor de las pomarrosas, el canto de cartacubas y sinsontes; y si está de suerte, de la presencia del tocororo, ave nacional de Cuba.
Este bellísimo accidente geográfico conocido como el Salto del Caburní, integra las joyas naturales del Gran Parque Natural Topes de Collantes, en Trinidad, al extremo sur de la provincia Sancti Spíritus. Pertenece a su vez al Macizo de Guamuaya, del centro sur de la Isla. Su caída de unos 64metros, de las mayores de Cuba, constituye un símbolo de ese sistema montañoso.
Desde el Complejo Hotelero Topes de Collantes, locales y extranjeros ascienden cada día el sendero del Caburní en busca de sus cascadas y manantiales. Disfrutan durante el más de media hora de una caminata entre vegetación exótica y fauna admirable. En los poblados cercanos muchos trinitarios rentan casas de familia o habitaciones con el confort imprescindible para un fin de semana en contacto directo con la naturaleza.