Una porción de tierra sobre arrecifes, con aguas de baja profundidad, cristalinas y de singular pureza. Así se muestra Cayo Coco, un sitio casi divino para los amantes de la naturaleza, específicamente de los animales, puesto que entre otras variedades exóticas deleitan a los excursionistas los hermosos flamencos rosados que allí viven.

Hasta esta mini-isla se puede llegar cruzando El Pedraplén que une al Cayo con la Isla Grande, en barco o directamente en un vuelo, pues Cayo Coco tiene su propio aeropuerto: Jardines del Rey. Este recibe vuelos desde Europa y Canadá.

Al estilo de los Almirantes, los turistas pueden recorrer la isla completa pues solo abarca unos  370 km2. Para esto se oferta el alquiler de bicis, jeep, o motocicletas ¡A gusto de consumidor! Siempre se logra disfrutar de la flora y fauna unidas para un espectáculo de la belleza, más de 200 especies de uno y otro reino, por ejemplo, resulta bien llamativo el Iris Blanco, conocido como Pájaro Coco.

Pero lo más hermoso de Cayo Coco es su fondo submarino. La vista de corales, peces y animales sub-acúaticos, es invaluable.  Cuevas marinas, túneles, abanicos de mar, ¡hasta especies de tiburones específicos de los arrecifes pueden observarse bajo esas aguas!

De sus playas las más famosas son: Playa Larga, con su famoso restaurant, la Playa de los Flamencos, ideal para deportes subacuáticos y la Playa del Pilar, de aguas quietas y hermosos corales. Para la reanimación de estas y otras llegan artistas de primer nivel en cada verano, fin de año y más temporadas festivas. Además de las habituales ventas de artesanía.

Y por si fuera poco Cayo Coco cuenta con las estaciones turísticas más lujosas de Cuba. Cerca de cada playa persiste un complejo Hotelero, con servicio de calidad, restaurant, actividades acuáticas, tours por la isla. ¡Un pequeño paseo por el paraíso!

por CubaHotel

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